En los últimos días los/as vecinos/as del barrio de calles 1 y 16
recibieron unas notificaciones, mediante las cuales se les ordenó desalojar sus
viviendas. Ellos, hace cuatro años tomaron las tierras debido a la problemática
habitacional que padecían. Estos terrenos se encontraban en estado de abandono
con malezas y plagas. Mediante un gran esfuerzo, se pusieron en condiciones y
en estos años quienes ocuparon las tierras lograron edificar casas de material
reemplazando las precarias casillas de chapa y madera en las cuales vivían. También
se logró conectar la luz y el agua, esta última en forma precaria dado que las
ocho casas deben arreglarse con una sola canilla. Durante todo el proceso de
toma y construcción, las familias intentaron llegar a una negociación con los
titulares de los terrenos. Pero la buena voluntad se vio avasallada ante la
negativa de la otra parte.
El gobierno municipal brilló por su ausencia evadiendo su responsabilidad de garantizar el acceso a una vivienda digna y actuar como mediador entre las partes. Tampoco destinó ningún tipo de recursos –ni materiales ni humanos- en realizar un relevamiento de las condiciones en las cuáles se encontraban las familias y los terrenos. Por supuesto, no faltaron ni la demagogia electoral, ni las falsas promesas de funcionarios y candidatos.
La situación del barrio de 1 y 16 no es un caso aislado en la ciudad. En los últimos años sucesivas tomas se han llevado a cabo como respuesta a la emergencia habitacional, algunos ejemplos son los barrios ubicados en zonas de calles 107 y 2 (Barrio Dignidad) y de las calles 116 y 13, con nuevas tomas en los últimos meses. Hubo amenazas de desalojo -que en algunos casos se hicieron efectivos- el amedrentamiento de la policía y la estigmatización a los pobres por parte de los medios masivos de comunicación.
Lo ocurrido en nuestra ciudad tiene su correlato en todo el país. Hemos sido testigos de diversas luchas que evidencia la problemática estructural del acceso a la vivienda digna. La respuesta a estos reclamos por parte, tanto del gobierno nacional como del provincial, es la represión -con saldos de muertes y heridos- sumados a la criminalización de quienes reclaman por sus derechos.
Es obligación del Estado hacerse cargo de la situación en las que se encuentran las familias sin techo.
Exigimos la intervención del gobierno inmediatamente.
No a los desalojos, ni una familia más en la calle.
La vivienda digna es un derecho de todos/as y no un privilegio de alguno/as.
Nos solidarizamos con las familias sin techo.
¡SI TOCAN A UNO/A, NOS TOCAN A TODO/AS!
Colectivo ECA
El gobierno municipal brilló por su ausencia evadiendo su responsabilidad de garantizar el acceso a una vivienda digna y actuar como mediador entre las partes. Tampoco destinó ningún tipo de recursos –ni materiales ni humanos- en realizar un relevamiento de las condiciones en las cuáles se encontraban las familias y los terrenos. Por supuesto, no faltaron ni la demagogia electoral, ni las falsas promesas de funcionarios y candidatos.
La situación del barrio de 1 y 16 no es un caso aislado en la ciudad. En los últimos años sucesivas tomas se han llevado a cabo como respuesta a la emergencia habitacional, algunos ejemplos son los barrios ubicados en zonas de calles 107 y 2 (Barrio Dignidad) y de las calles 116 y 13, con nuevas tomas en los últimos meses. Hubo amenazas de desalojo -que en algunos casos se hicieron efectivos- el amedrentamiento de la policía y la estigmatización a los pobres por parte de los medios masivos de comunicación.
Lo ocurrido en nuestra ciudad tiene su correlato en todo el país. Hemos sido testigos de diversas luchas que evidencia la problemática estructural del acceso a la vivienda digna. La respuesta a estos reclamos por parte, tanto del gobierno nacional como del provincial, es la represión -con saldos de muertes y heridos- sumados a la criminalización de quienes reclaman por sus derechos.
Es obligación del Estado hacerse cargo de la situación en las que se encuentran las familias sin techo.
Exigimos la intervención del gobierno inmediatamente.
No a los desalojos, ni una familia más en la calle.
La vivienda digna es un derecho de todos/as y no un privilegio de alguno/as.
Nos solidarizamos con las familias sin techo.
¡SI TOCAN A UNO/A, NOS TOCAN A TODO/AS!
Colectivo ECA
Adhieren:
Asamblea de Filosofía - MDP
COMUNA – Colectivo de Comunicación Autogestionado
Adhesiones: colectivo_eca@hotmail.com
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