viernes, 30 de septiembre de 2011

ASAMBLEA DEL ECA!

SABADO 1 DE OCTUBRE A LAS 17. EN LA BIBLIOTECA BARRIAL JUANA AZURDUY (15 E/ 112 Y 114 - AL LADO DE PLAZA INTEGRACION)
EL COLECTIVO ESPACIO CULTURAL ALTERNATIVO (ECA) ES UN ESPACIO AUTOGESTIVO, AUTONOMO, HORIZONTAL Y ASAMBLEARIO, ENTENDIENDO QUE ES NECESARIO CONSTRUIR OTRO TIPO DE RELACIONES POLITICAS, SOCIALES, CULTURALES Y ECONOMICAS A LAS QUE REFUERZA EL SISTEMA EN EL QUE VIVIMOS (CAPITALISTA, BUROCRATICO, REPRESIVO Y PATRIARCAL).
POR ESO INVITAMOS A TODXS A SUMARSE A LAS ASAMBLEAS PUBLICAS, ABIERTAS Y VERDADERAMENTE PARTICIPATIVAS.
SE TRATARAN LA PLANIFICACION DE ACTIVIDADES HACIA EL 12 DE OCTUBRE, TAREAS DE FINANZAS, Y ACTIVIDADES EN EL BARRIO.
TAMBIEN TRAENOS TUS INQUIETUDES, IDEAS, CRITICAS Y LO QUE QUIERAS. ESTE ESPACIO ES DE TODXS.

LXS ESPERAMOS

martes, 27 de septiembre de 2011

Comunicado del Colectivo Espacio Cultural Alternativo

Repudiamos la avanzada represiva del Gobierno municipal.

Dos medidas tomadas por el gobierno municipal, fiel representante de un Estado que reprime y coarta libertades; ya sea por represión abierta o a través de sus instituciones, merecen nuestro más enérgico repudio: la instalación de cámaras de vigilancia; como ejercicio de control social y de restricción de libertades; y la habilitación, Ministerio de Seguridad de la Nación mediante, para que Gendarmería Nacional patrulle las calles de la ciudad.

Sin ruborizarse, el municipio anuncia con bombos y platillos lo que será un avance hacia la criminalización de los barrios pobres (¡que existen, aunque el poder dominante lo invisibiliza!) y de las/os jóvenes; que son objetos de detenciones arbitrarias por parte de la policía comunal.

En otras ocasiones denunciamos la concertación de los medios de comunicación (particularmente del diario La Vanguardia, perteneciente a Multimedios Balcarce) y de los sectores políticos de la derecha mas recalcitrante (UCR y Unión – PRO), que pretendían impulsar; como propuesta política, el establecimiento de Gendarmería para que se sumara a combatir “la violencia sin control” e “inseguridad galopante”, que se venia dando en Balcarce. Como coro ensayado, coincidían las voces de los multimedios y las declaraciones de estos nefastos personajes; instalando una idea – fuerza de que estábamos ante una situación preocupante, en materia de seguridad publica. Lo que estos seudos - “representantes del pueblo” (concepto que rechazamos) pretendían, no dista nada de la acción emprendida por el intendente José Enrique Echeverría (representante local del kirchnerismo) y toda su ristra. Seguridad, es la justificación mas rápida y efectiva para avanzar en la coacción.

Seguridad que esta en manos de personeros funestos, como Scioli y Casal, que aun hoy no pueden dar cuenta de la desaparición física de Luciano Nahuel Arruga en manos de la policía de Lomas del Mirador hace más de dos años. Seguridad que se ejecuta en las malditas policías bonaerense (y de todas las provincias) y comunales, que son jueces del transito callejero; deteniendo arbitrariamente a quienes son “portadorxs de rostro” y que aparentan ser sospechosxs.

Cualquier pibx morochx y “con pinta de sospechosx” puede ser levantado por un patrullero en una esquina, ser llevado a una comisaría y ser golpeado o torturado hasta la muerte. O también puede ser encarcelado por las dudas, por tener cara de delincuente y comerse 4 ó 5 años en cana esperando el juicio. Más del 70% de la población carcelaria son personas inocentes, porque no han sido juzgados ni condenados, como señala la CORREPI (Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional) en su informe anual del año 2010. O le pueden meter un tiro en la espalda sólo porque sí, como a Rodrigo Corzo, a Jonathan Mansilla o Romina Lemos; o en la nuca, como a Marcelo Bogado y a Mauro Vega, o el terrible caso, que conmoviera a nuestra ciudad, de Federico Taja.

Esto es lo que hace el Estado en materia de seguridad. Gatillo fácil, represión policial e institucional, torturas, coacción sistemática contra distintas organizaciones populares (casos como los de Roberto Martino; dirigente del MTR, y de la apertura de causas de compañeros de Quebracho).

En este sentido, es momento que hablemos de las vinculaciones entre la inseguridad y las fuerzas que, se supone, deben combatirla. Hablemos de las altas tasas de desocupación, precarización laboral, trabajo en negro, condiciones paupérrimas e inseguras a las que están sometidxs lxs trabajadorxs; particularmente rurales. Hablemos de la discriminación y marginalidad que se ejerce sobre lxs pibxs pobres, “lxs morochos”, “lxs negrxs”.

Sin dudas, un tema que dispara diversas opiniones y enredados debates; incluso en el seno de las organizaciones sociales. Pero, en este sentido, nosotrxs no creemos que sea con más fuerzas de seguridad dispersas en la ciudad ni cámaras de vigilancia; donde se encuentra la solución; como pretendidamente lxs dogmaticxs hacen uso en sus discursos.

Debemos garantizar hambre cero y desocupación cero, la apertura de foros de seguridad vecinales (como prometiera el intendente municipal, en una audiencia con la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos) que ejerzan control ciudadano en las fuerzas de seguridad, la construcción de un Observatorio de Derechos Humanos; que asesore y contenga a violentados/as por represión policial e institucional y a familiares de victimas.

Primeros y fundamentales pasos, que garantizarían democracia y efectiva seguridad.

Llamamos a todas las fuerzas sociales, de diversos ámbitos, a pronunciarse y no callar ante una evidente embestida represiva.

Colectivo ECA

domingo, 25 de septiembre de 2011

Apuntes sobre el ECA

Espacio Cultural Alternativo.

Otra cultura posible y necesaria.

(1ª Parte)

Generar una verdadera batalla de ideas, apostar a la lucha cultural, construir nuevos sentidos e imaginarios sociales, recrear prácticas colectivas que se creían agotadas, es parte de los desafíos planteados al momento de gestar el, por entonces proyecto, Espacio Cultural Alternativo. Colectivo que nace en el seno de la Federación Juvenil Comunista, pero que con el tiempo va a adquirir herramientas propias, otras practicas, otros métodos de trabajo, hasta finalmente convertirse en un espacio autónomo, de carácter asambleario, modalidad horizontal, autogestivo e independiente de partidos, frentes, patrones y/o empresas y gobiernos, pero siempre apostando al trabajo conjunto, entendiendo que los caminos hacia la unidad del movimiento popular se construyen en la practica concreta y cotidiana, y no en la mera proclamación discursiva. Esto también tiene su correlato con las Juntadas que se venían realizando entre distintos compañerxs que encontraban en el ECA un lugar de intercambio, debate y de creación colectiva. Juntadas que rindieron sus frutos con la creación de la Junta Promotora de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos.

Estas no son tareas nada fáciles de concretar en una ciudad donde lo político esta marcado estrictamente en lo electoral y en la disputa inter – conservadora. En la cual aún se rinde homenaje con un imponente monumento al primer dictador de la Argentina; José Félix Uriburu; donde existe una marcada diferenciación clasista en el que lxs pibxs pobres de los barrios periféricos, por su condición de clase, son motivo de persecución y represión sistemática de las fuerzas de “seguridad”; donde se pretende instalar cámaras de seguridad para ejercer mayor control social.

Contrahegemonía, contracultura y la batalla de ideas.

En este contexto el ECA empieza a plantear la necesidad (y urgencia) de instalar dudas, interrogantes, desafíos que sean motores (o locomotoras) capaces de de – construir una nueva hegemonía, una contracultura que pusiera en jaque los valores determinados y resignifique (e incluyo construya) otros. De ahí surge una de nuestras tareas esenciales en la disputa Contrahegemónica: la batalla de ideas.

Para aclarar este concepto de batalla de ideas, se hace necesario plantear cuales son esas representaciones que queremos destruir y cuales queremos poner en relieve para la construcción de sujetxs conscientes de y para si, contestatarixs, creativxs, autónomxs, prácticxs, colectivxs; en definitiva mujeres y hombres nuevos/as. Los primeros de estos valores, determinados por un sistema desigual, destructivo, burocrático, represivo, intolerante, opresor; son: la impunidad, el consumismo, la alienación, la depredación de nuestros bienes naturales, la homofobia, el racismo, la xenofobia, la heteronormatividad obligatoria, la violencia en todas sus dimensiones, la intolerancia, la publicidad, la religión, el fanatismo. Pero también se observan valores que disimuladamente pasan desapercibidos pero no dejan de tener la misma fuerza que los nombrados, por ejemplo: la caridad ejercida verticalmente, las instituciones burocráticas, la disciplina adiestradora, la represión sistemática, la educación bancaria, el modelo de familia, el apoliticismo, el pensamiento único, la intelectualidad autosuficiente, etc. Como decíamos anteriormente, se corresponde a una construcción global socio – cultural que se pretende infinita, que procura mano de obra barata a ganancias exorbitantes para unxs pocxs, que trata de disciplinar mentes, espíritus, cuerpos, voces, discursos. Que automatiza vidas, cercena libertades y elimina fuerzas transformadoras. Que se propuso determinar el “fin de la historia”, el “fin de las ideologías”, la “parálisis de la crítica”, como señalara Herbert Marcuse. Una sociedad ajustada a los parámetros establecidos, donde lxs más obedecen a lxs menxs.

Frente a estos valores “civilizatorios” se levantan resistencias. Los cuerpos se transforman en trincheras, las palabras en acciones, las teorías se replantean, las prácticas se reconstruyen, lxs individuxs transformadxs en colectivxs, los sentidos y sentimientos se agudizan, la calle es el espacio de encuentros fraternos y de enfrentamientos con el poder. Indicio de esto fue la crisis y rebelión del 2001 en nuestro país. Visto hoy, desde la intelectualidad sobria, como un pasaje “mas” de la historia argentina, donde el fuego fue reducido en el terreno de una gobernabilidad medianamente precaria; sumándose el repliegue de muchas organizaciones populares donde no faltaron la cooptación y el cortoplacismo de unas; y la persecución, represión y judicialización de otras. Jornadas que hicieron que se imaginara más allá de los parámetros de las organizaciones revolucionarias –que no fueron capaces de analizar los alcances de aquellos días y construir una alternativa política unitaria.

Rebelión que evidenciara otros valores opuestos a los de la dominación. Valores construidos a partir de una praxis cotidiana, colectiva, fraterna, humanitaria, rebelde, compleja. Libertad, igualdad, fraternidad iban a ser apenas un cúmulo exiguo de lo que las jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001 – particularmente – mostraran al poder. Estas tomaron formas innovadoras, reveladoras de nuevos sentidos. Autonomía, horizontalidad, justicia, indignación, compañerismo, emancipación (es), diversidad / disidencia, insurgencia, pluricultura, socialización. Estos, aunque resulten predecibles y poco novedosos, son los valores que el sistema pretendió invisibilizar, desterrar, desnaturalizar, deshumanizar.

Pero existe uno que resulta necesario darle un crédito mayor: el valor de la duda. Ese mismo que el filósofo ingles Karl Jaspers señalaría como uno de los principios del que hacer filosófico: “La duda se vuelve como duda metódica, la fuente del examen critico de todo conocimiento. De que aquí que sin una duda radical, ningún verdadero filosofar. (…) lo decisivo es como y donde se conquista a través de la duda misma el terreno de la certeza” (Jaspers, 1974).

La duda toma todo lo dado, lo construido, lo devenido, y lo desarma, interroga, interpela, contradice con su propio existir. La duda es la que, en definitiva, provoca el hartazgo de lxs mas sobre aquellos que se pretenden jueces, instructorxs y ejecutorxs de nuestro existir. Es la incertidumbre creativa, imaginaria, constructiva. Es la interrogación de nosotrxs mismxs sobre nuestro vivir mediato y contiguo, lo que permite nuestro ex - trañamiento del mundo para pensarnos como sujetxs humanxs e iguales. Es el método, el camino para desarmar toda arquitectura prefigurada que hace de hombres y mujeres, anexos del mundo. Un mundo que no les pertenece, que esta en manos de quienes “pueden”, “tienen” y “saben”; donde todo se vuelve frívolo, instantáneo, insignificante.

Ante este panorama, la batalla de ideas; entendida como la construcción de nuevos sentidos e imaginarios sociales, la recuperación de prácticas histórico - políticas y la creación de nuevas experiencias, la fusión de praxis y teoría; acción y reflexión, la constitución de nuevos tipos de relaciones económicas, culturales, sociales, políticas, genéricas, etc., opuestas a las que fortalecen y regeneran la dominación; viene a ser y hacer el anclaje donde se fundan quienes creen y buscan en la practica cotidiana y colectiva, la constitución de otro (s) mundo (s) posibles (s). Donde se forje la utopia como ir de camino, y no como destino acabado. Donde en el actuar se confluyan deseos, sueños, acciones, discursos, territorios, cuerpos, símbolos, historia, hombres/mujeres/diversidades.

Batalla de ideas que requiere reformular, minuciosamente, la idea de contrahegemonía; como idea – fuerza que sea capaz de articular resistencias y contraofensivas; aprendizajes y desafíos; crítica y autocrítica; debates y confrontaciones. Demanda la constitución de experiencias comunes y autónomas.

Para esto es necesario entender el aparato político – ideológico con el que cuenta el enemigo. Jorge Luis Acanda González, nos dice de manera magistral: “El poder no se ejerce solamente sobre la base de la represión. Necesita que sus instituciones de coerción detenten el monopolio del uso de la violencia, y que la pretensión de ese monopolio sea aceptada por la sociedad. Le es imprescindible, por consiguiente, controlar también la producción, difusión y aceptación de normas de valoración y comportamiento. El poder se apoya, esencialmente, en su control de las instituciones dadoras de sentido, aquellas que establecen y justifican al individuo, le enseñan a pensar de una manera y a no pensar de otras, le indican los valores que tiene que compartir, las aspiraciones que son permisibles, las fobias que son imprescindibles. La familia, la iglesia, la escuela, el idioma, el arte, la moral, han sido siempre objetivos del poder, que ha intentado instrumentalizarlos en su provecho” (Jorge Luis Acanda González, 2007). En un sentido práctico, la clase dominante; esa que determina los valores “incorruptibles” de la “sociedad civil”, limita el accionar de las clases subalternas a través de la superestructura – educación, cultura, ideología, propaganda, religión. No solo la represión institucional, sino el accionar del aparato ideológico burgués; juega un papel esencial en la pasividad de las masas.

A esto la batalla de ideas; en la lucha por la constitución de una nueva cultura (o contracultura) y la formulación de una contrahegemonía; que brote de las entrañas de las practicas populares; entendiendo a esta como un mecanismo infinito que requiere ser renovado, recreado, defendido y – en algunos casos – modificado; pugna por construir sujetxs para si, conscientes de su existir y protagonistas de su tiempo e historia.

Bibliografía que nos ayudo a elaborar esta reflexión:

  • González Acanda, Jorge Luis: Traducir a Gramsci, Ed. Ciencias Sociales, La Habana, 2007.
  • Jaspers, Karl: La filosofía desde el punto de vista de la existencia, Fondo de Cultura Económica, México, 1974.
  • Marcuse, Herbert: El hombre unidimensional, Ed. Joaquín Mortiz, México, 1965.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Derechos sexuales y reproductivos, un camino recorrido.

Analía Bruno


Médica generalista. Integrante del Área de géneros y educación popular de Pañuelos en Rebeldía. Investigadora del Centro de Investigación y Formación de los Movimientos Sociales Latinoamericanos.

Texto extraído del libro “HACIA UNA PEDAGOGÍA FEMINISTA”[1].

Los avances formales en lo que respecta a derechos sexuales y reproductivos son producto de la lucha incesante del movimiento de mujeres. Mujeres de diversas nacionalidades, culturas, etnias, etc., instalamos el tema en el contexto de los derechos humanos.

Propiciamos ámbitos de reflexión colectiva, nos movilizamos, aportamos a la toma de conciencia y a la producción de teoría que determinó el curso de esta historia.

Son vastos los ejemplos de encuentros entre mujeres que en el intercambio de ideas, sentimientos, experiencias, nos identificamos, nos agrupamos, denunciamos las problemáticas que tenemos, y construimos conocimiento. En este sentido es oportuno mencionar el papel de los Encuentros Feministas Latinoamericanos y del Caribe, que vienen desarrollándose desde el inicio de los años 80.

Los Encuentros Feministas han sido escenario de debates fundamentales a lo largo de las últimas décadas, para el feminismo y el movimiento social de las mujeres de la región. Por ejemplo: la definición del 25 de noviembre como día de lucha contra la violencia a la mujer, fue tomada en el 1º Encuentro (Colombia, 1981). El 28 de septiembre, Día de Lucha por la Despenalización del Aborto en América Latina y el Caribe, fue creado en el Encuentro del año 1990, realizado en Argentina.

Asimismo, en Argentina, se realizan anualmente desde 1986 los Encuentros Nacionales de Mujeres. En ellos participamos mujeres de todos los puntos del país y países vecinos, de distintas edades, culturas, opciones sexuales variadas, de las ciudades, del campo, profesionales, amas de casa, mujeres desocupadas, etc.

“Anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”

La permanencia de los Encuentros Nacionales de Mujeres a lo largo de estos 22 años, ha servido -entre otras cosas- para impulsar dichos avances formales, y -en la reproducción de los mismos en las distintas comunidades- para aportar al proceso de toma de conciencia en torno a los derechos sexuales y reproductivos, y al derecho a decidir sobre nuestro cuerpo.

En esta línea, es de destacar el encuentro del año 2003, que se realizó en Rosario, provincia de Santa Fe, donde se llevó a cabo la Asamblea Nacional por la Despenalización del Aborto, por un aborto legal, seguro y gratuito; instancia donde comienza a generarse la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, cuyo lanzamiento se produjo en mayo del 2005. En la actualidad agrupa, bajo el lema “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”, a más de 250 organizaciones -la mayoría de mujeres de todo el país.

El 28 de mayo[2] de 2007, dicha campaña presentó, en el marco de una masiva movilización ante el Congreso Nacional, el proyecto de despenalización y legalización del aborto voluntario hasta las 12 semanas de gestación.

Haciéndose eco de las demandas de las mujeres, en la década del 80 y durante los 90, diversas conferencias mundiales organizadas por las Naciones Unidas han desarrollado programas de acción que incluyen entre sus recomendaciones la necesidad de los gobiernos de salvaguardar la salud y los derechos reproductivos de mujeres y hombres.

Entre ellas podemos mencionar:

• La Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación de la Mujer del año 1979, que en Argentina tiene rango constitucional desde la reforma de 1994.

• La Conferencia Mundial de Derechos Humanos (Viena, 1993).

• La Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social (Copenhague, 1995).

• La Conferencia Mundial sobre la Mujer (Beijing, 1995).

• La Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (El Cairo, 1994).

En nuestro país, la primera iniciativa de política pública en esta dirección, fue aprobada en agosto de 1987 por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, y consistió en la puesta en marcha del Programa de Procreación Responsable, dirigido a suministrar información y asistencia en anticoncepción.

En la actualidad, Argentina cuenta con la Ley 25.630 –sancionada a fines del año 2002-, de creación del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable, que se suma y se articula a las leyes y programas provinciales existentes.

Los dos objetivos principales de esta ley son: 1) garantizar el acceso a la información sobre salud sexual y 2) el acceso a métodos anticonceptivos y servicios de salud relacionados. Su cumplimiento podría lograr, de ser debidamente ejecutada, superar en gran medida las violaciones a los derechos sexuales y reproductivos que actualmente se producen. Pero, sin dejar de señalar la importancia que tienen para el cumplimiento de nuestros derechos los logros alcanzados, no podemos dejar de observar hasta dónde se cumplen estas normativas, cuáles son aún las debilidades que presentan y qué nos falta conseguir.

“Para que me coloquen el DIU, tuve que esperar 3 meses que me entreguen el resultado del papanicolau”

Es necesario subrayar la distancia entre la letra de las normativas y lo que sucede en la práctica, luego de tres años de implementada la ley nacional.

Del monitoreo del CONDERS[3] surge que todavía hay personas que desconocen que pueden recibir anticonceptivos gratis, o ser asesoradas en sexualidad y reproducción, porque “son escasas o no existen” campañas sistemáticas de difusión en las provincias.

Los problemas más frecuentes detectados en este monitoreo son:

• Resistencia de los/as médicos/as a indicar el dispositivo intrauterino (DIU) y la anticoncepción de emergencia.

• Para conseguir un turno hay largas esperas. Las mujeres tienen que ir a la madrugada y hacer colas para obtenerlo, porque el horario de atención es limitado y hay poco personal asignado.

• Se ponen obstáculos para la atención de adolescentes si no están acompañados/as por sus madres y/o padres.

• Escasez o inexistencia de prestaciones fuera de las capitales de las provincias.

• Las personas no saben que pueden elegir y tomar decisiones sobre qué anticonceptivo tomar, porque creen que lo debe decidir el médico/a.

• Carencia de estrategias para captar a varones[4].

La ley contempla la objeción de conciencia personal[5], no así la institucional, existiendo en la actualidad servicios enteros aduciendo creencias religiosas y conservadoras, que no brindan el asesoramiento y la provisión de métodos anticonceptivos.

Cabe mencionar que el incumplimiento de la ley 25630 sucede sin que el estado realice monitoreo alguno.

“No sabía que existía el anticonceptivo de emergencia”

Un importante recurso es el anticonceptivo de emergencia, que sirve para prevenir embarazos no deseados luego de una relación sexual no protegida. Pese a la certeza de su eficacia para prevenir embarazos no deseados, este método aún no es ampliamente conocido por los/as trabajadores/as de la salud y por la población en general, ni está disponible en todas partes. El desconocimiento de este método genera diferentes dificultades, ya que en muchos casos es mal utilizado.

En febrero de 2007, durante solamente una semana, los medios masivos de comunicación le dedicaron espacio en sus titulares -en general queriendo boicotearlo-, lo que generó que muchas mujeres se acercaran a los centros de salud a solicitarlo.

Luego de que el tema desapareció de los medios de comunicación, descendió la cantidad de mujeres que solicitan este anticonceptivo. Esto demuestra la necesidad de campañas serias de difusión, capacitación y sensibilización, promovidas por los gobiernos nacionales, provinciales y locales, que hasta nuestros días están ausentes.

“En la quinta cesárea pedí la ligadura de trompas, pero no se podía”

A los métodos anticonceptivos se los puede dividir en reversibles e irreversibles, con respecto al retorno a la fertilidad. La ligadura de trompas y la vasectomía al ser irreversibles, son excelentes en el caso que una mujer o un varón decida suprimir su capacidad reproductiva en forma definitiva.

En agosto de 2006 el Poder Ejecutivo Nacional promulgó la ley 26.130 que autoriza a toda persona mayor de edad a acceder a intervenciones quirúrgicas anticonceptivas, como la ligadura de trompas de Falopio y la vasectomía, en los servicios del sistema de salud.

Con la entrada en vigencia de esta ley, las prácticas de ligadura de trompas y vasectomía quedaron autorizadas para toda persona “capaz” y “mayor de edad” que lo requiera formalmente en cualquier organismo de salud (público, de la seguridad social o privado), con el único requisito previo de que otorgue su consentimiento informado.

No se requiere, en cambio, el consentimiento del cónyuge o conviviente, ni autorización judicial[6].

Si bien queda claro cuáles son los requisitos para acceder a la anticoncepción quirúrgica, se pueden observar diversas situaciones donde se ponen en juego creencias, prejuicios, y se vulnera el derecho a acceder a este método de control de la natalidad. Un ejemplo que puede dar cuenta de esta situación, es cuando una mujer “capaz” y “mayor de edad” -únicos requisitos que pide la ley- que no ha tenido hijos/as, solicita está intervención. Suprimir la capacidad reproductiva parece estar reservado a mujeres que son mayores de 35 años y tienen por lo menos un/a hijo/a. Entre muchas otras, éstas son situaciones donde se ejerce el poder médico, que funcional al patriarcado[7] vulnera el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos.

“Podría hacer cualquier cosa para no seguir con este embarazo”

El aborto voluntario en Argentina continúa siendo ilegal, a pesar del efecto catastrófico para la salud y la vida de miles de mujeres que recurren a maniobras abortivas no adecuadas.

Según un estudio reciente encargado por el Ministerio de Salud de la Nación y elaborado por el CONICET, el Centro de Estudios de Población (CENEP) y el Instituto Gino Germani de la UBA, por cada aborto mal hecho que llega a un hospital argentino hay siete que se hicieron con éxito, sin registro. O sea, en Argentina, hay entre 460.000 y 600.000 abortos anuales[8]. Según los últimos registros estadísticos del Ministerio de Salud de la Nación, en el año 2004 murieron 295 mujeres por causas obstétricas. La tasa de mortalidad por gestación[9] fue de 40 por 100.000 nacidos vivos[10].

Bajo presión continua por parte del movimiento de mujeres, el Ministerio de Salud y Medio Ambiente de la Nación también lanzó un esfuerzo para garantizar a las mujeres el acceso a una atención post-aborto adecuada y humanizada, sin miedo a las consecuencias legales, reconociendo públicamente el costo en la salud y las vidas de las mujeres del aborto ilegal e inseguro. En octubre de 2004, los ministerios de Salud provinciales y de Nación firmaron un compromiso sobre las medidas que deben tomarse para reducir la mortalidad por gestación en la Argentina. Este acuerdo incluye un compromiso de asegurar “que la mujer en situación de aborto no sea discriminada y reciba una atención humanizada, rápida, efectiva y con asesoramiento y provisión de insumos anticonceptivos”.[11]

En mayo de 2005, el gobierno nacional anunció la publicación de una nueva guía destinada a médicos/as sobre la provisión de tal atención. El acuerdo firmado por los ministerios de Salud, también incluye un compromiso a “garantizar el acceso a la atención del aborto no punible en los Hospitales Públicos, dando cumplimiento a lo estipulado en el Código Penal”.

En el artículo 86 del mencionado Código se establecen las dos excepciones al artículo que penaliza al aborto: 1) “Aborto terapéutico, o sea cuando corre peligro la vida o la salud de la mujer” y 2) “Si el embarazo proviene de una violación o de un atentado al pudor cometido sobre una mujer idiota o demente. En este caso, el consentimiento de su representante legal deberá ser requerido para el aborto”.

En los meses de julio y agosto de 2006 se sucedieron dos casos de mujeres discapacitadas víctimas de sendas violaciones que quedaron embarazadas y sus familias pidieron la interrupción de los embarazos.

Ha sido de público conocimiento cómo estas mujeres y sus familias se encontraron con grandes obstáculos para acceder a estos abortos no punibles. Los sectores fundamentalistas de la iglesia católica ejercieron presión sobre los/as médicos/as involucrados/as y sobre la justicia, tratando de impedir que se llevaran a cabo las interrupciones de estos embarazos. La solidaridad del movimiento de mujeres y la movilización, fueron determinantes en el desenlace de ambas historias.

En abril de 2007 nos estremecía la historia de Ana María Acevedo, una joven de 20 años oriunda de Vera, provincia de Santa Fe, quien embarazada y enferma de cáncer solicitó el aborto terapéutico en el Hospital Itarruspe, y el Comité de Ética del hospital y su director, el Dr. Andrés Ellena, se lo negaron y la obligaron a continuar con el embarazo. El 26 de abril nació una niña que sólo vivió 24 horas. Finalmente, Ana María falleció el 20 de mayo en Terapia Intensiva del Hospital.

Como éstos, ocurren casos todos los días, donde el derecho al aborto no se cumple. Los mencionados fueron casos testigo que propiciaron el terreno para la elaboración de protocolos de atención de abortos no punibles en algunas provincias y municipios del país.

Si bien estas guías de atención y protocolos son herramientas útiles y necesarias, resta aún la puesta en marcha de programas serios de capacitación y sensibilización en los centros asistenciales que garantice la implementación de dichos instrumentos.

“El mandato de ser madres nos hace perder la noción de que podemos elegir ser, o no elegir serlo”

Otro aspecto a analizar son las ambigüedades que estas políticas presentan, que se supone debieran promover la autonomía de las mujeres -y de toda la población-, en orden a decisiones tan relevantes como las inherentes a las sexualidades, los cuerpos y las capacidades reproductivas.

“Cuando se implementan acciones estatales para garantizar, atender o regular la salud sexual y reproductiva de “las/os ciudadanas/os”, en definitiva se está pensando en destinatarias específicas: “las mujeres”, como una categoría homogénea, con un proyecto de vida predominante –la maternidad- y con una sexualidad específica -heterosexualidad-; y en este proceso se excluye a quienes no se condicen con estas características. Las políticas estatales que regulan las sexualidades presentan una paradoja: efectivamente amplían determinados servicios de salud sexual y reproductiva para algunas mujeres, sobre todo de menores recursos; pero como feministas, no podemos ignorar que al mismo tiempo reafirman una sexualidad unida a la procreación y a procesos de salud/enfermedad, que silencian, cuando no condenan, las conductas y orientaciones sexuales que se desvían de la maternidad y la heterosexualidad obligatorias”. (Anzorena, 2006).

Las mujeres en una sociedad patriarcal “internalizamos mandatos sociales diferenciales que la sociedad reserva a varones y mujeres de acuerdo a tareas asignadas. Según ellos, la especialización para las mujeres es la `maternidad´, proponiéndonos un modelo de femineidad al cual aspirar y acatar, generando un proceso de homogeneización y disciplinamiento social. Así la maternidad se realiza en el ejercicio de la sexualidad y ésta es valorada si es vivida en función de la primera”. (Católicas por el Derecho a Decidir, 2005).

Son marcadas las situaciones donde queda reflejado cómo impacta en la salud sexual y reproductiva de estas mujeres la maternidad como mandato, siendo la sexualidad entendida sólo en términos de reproducción, y no desde la dimensión del placer; el casi nulo involucramiento de sus compañeros en la elección de métodos anticonceptivos, o la resistencia a utilizar preservativos, y cómo muchas veces la decisión de tener un hijo/a sólo pasa por ellos, siendo frecuentes las violaciones intramatrimoniales.

Como queda expuesto, los programas actuales no han sobrepasado las fronteras de las instancias asistenciales y sanitarias, y permanece la concepción de sexualidad unida a la prevención, la procreación y la heterosexualidad como normas estancas.

En contrapartida, y generando espacios donde se resiste a la norma impuesta, existen diversas experiencias colectivas donde se problematizan estas temáticas y se desea la creación de nuevas relaciones sociales basadas en la solidaridad, la igualdad y el respeto por la diversidad.

Espacios de mujeres en organizaciones mixtas, grupos de mujeres, organizaciones de diversidad sexual, y en menor cuantía grupos de varones (que empiezan a cuestionarse la construcción de su masculinidad), encaran procesos donde se reflexiona acerca de cómo nos impacta la cultura patriarcal que refuerza y potencia al capitalismo, y disciplina nuestros cuerpos. Espacios de diálogo donde nos identificamos, nos descubrimos ejerciendo roles impuestos, nos revelamos ante los mandatos, y nos reconocemos reproduciéndolos, los discutimos e intentamos cambiarlos, derribamos mitos, visualizamos nuestros cuerpos y cuestionamos el único modelo de cuerpo que existe. Nos revelamos ante la maternidad obligatoria y valorizamos las diversas opciones sexuales.

Espacios que se mezclan y crean redes donde se forjan lazos solidarios y se encaran diversas problemáticas de manera colectiva. Redes que ofrecen el apoyo necesario cuando aparece el sufrimiento, la crisis, que inevitablemente son producto del proceso de toma de conciencia de la opresión patriarcal. Entramados que ofrecen contención, acompañamiento, estrategias colectivas, empuje en situaciones donde -como se expresó en estas líneas - las leyes, normativas y programas elaborados en instituciones patriarcales no hacen más que ser sólo puro discurso.

Por tanto es necesario propiciar, mantener, enriquecer y potenciar estos espacios de encuentro donde en el intercambio de saberes y sentires construyamos la confianza necesaria para abordar estos temas y encaremos colectivamente la transformación de nuestra vida cotidiana.

Bibliografía:

- Anzorena, Claudia (2006) - Políticas públicas dirigidas hacia mujeres: la intervención del Estado como regulador de las sexualidades.

- CDD (2005) - Aborto. Argumentos católicos a favor del derecho a decidir. Córdoba: Católicas por el Derecho a Decidir.

- CENEP-CEDES (2006) - Resumen Ejecutivo Morbilidad materna severa en la Argentina, Prevención y calidad de la atención para reducir la incidencia y las consecuencias adversas del aborto. En: www.despenalizacion.org.ar/pdf/Evidencia/Estudios/ Resumen_MM_Argentina.pdf

- CONDERS 2006 - Informes de Monitoreo de situación de la salud sexual y reproductiva. En: www.conders.org.ar/monitoreo.html

- Consorcio Latinoamericano de Anticoncepción de Emergencia (2005) - Promoción y defensa de la anticoncepción de emergencia en América Latina y El Caribe. 2º edición

- Ministerio de Salud y Ambiente de la Nación (2005) - Guía para el mejoramiento de la atención Post-aborto.

- www.msal.gov.ar

- www.pagina12.com.ar

[1] Korol, Claudia (compiladora). Hacia una Pedagogía Feminista (1ª Ed.). Ed. America Libre y El Colectivo, 2007.

[2] Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres.

[3] El CONDERS está compuesto por todas aquellas organizaciones y personas que desean monitorear las acciones que prevé la Ley Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable.

[4] Informes de Monitoreo de situación de la salud sexual y reproductiva. CONDERS 2006 Fuente: www.conders.org.ar/monitoreo.html

[5] Se entiende como objeción de conciencia a la actitud o creencia de carácter ético filosófico o religioso que puede argumentar un/a trabajador/a de la salud para no desarrollar su actividad en salud sexual y reproductiva.

[6] http://www.pagina12.com.ar/diario/ultimas/20-72202-2006-08-29.html

[7] Patriarcado: es un sistema socio-político, religioso, ideológico, cultural e histórico que establece jerarquías sobre la base de la diferencia sexual. Esta jerarquía consagra a lo masculino como superior y paradigma de lo humano, asignando roles, sosteniendo múltiples asimetrías de género, clase, etnia, edad, orientación sexual. Esta configuración impregna todas las relaciones de poder y jerarquía.

[8] Estudio Morbilidad materna severa en la Argentina en: http://www.despenalizacion.org.ar/pdf/Evidencia/Estudios/Resumen_MM_Argentina.pdf

[9] Este concepto es utilizado por la Red Nacional por la Salud de la Mujer (Argentina) para referirse al las mujeres que mueren en algún momento del proceso de gestación muchas veces -el aborto es la primera causa de muerte de gestantes- como consecuencia de una decisión de abortar frente a una maternidad forzosa.

[10] En: http://www.msal.gov.ar/htm/site/salud_sexual/site/estadisticas.asp

[11] Compromiso para la Reducción de la Mortalidad Materna en la Argentina.

martes, 20 de septiembre de 2011

DECLARACION DEL COLECTIVO ECA

A 5 AÑOS DE LA DESAPARICIÓN DE JORGE JULIO LOPEZ

Jorge Julio López el 18 de septiembre de 2006 se disponía a encontrarse con su abogada, para presenciar la condena al represor Miguel Etchecolatz, que seria condenado a prisión perpetua en cárcel común, por delitos de lesa humanidad. Ese mismo día se perdía todo rastro sobre él.
Al frente: dos gobiernos, el Nacional y el de la Provincia de Buenos Aires, inoperantes, sin garantías para lxs testigos de causas por delitos de esta índole, como lo demuestra la misteriosa muerte de Silvia Suppo (testigo clave en la causa que se le imputa al ex juez Brussa en la provincia de Santa Fe); policías cómplices que mantienen en sus estructuras a quienes fueron verdugos o participes directos de los centros clandestinos de detención durante la ultima dictadura cívico militar; Justicia vacilante, la cual no sólo no brinda protección, sino que además -como sucede en muchas causas- no efectiviza los juicios, otorga el beneficio de arresto domiciliario a genocidas y participes, y no avanza sobre las colaboraciones civiles.
Pero Julio López no es uno más. Desde el 2003 hasta la fecha, son más de 1400 los casos por gatillo fácil, en manos del aparato represivo con el que cuentan las Fuerzas Provinciales y Nacional, y más de 3000 desde el retorno a la Democracia. Esto es una cuenta pendiente que tiene el Gobierno de la Nación. Si de veras hay interés en los Derechos Humanos, es momento de desmantelar definitivamente la estructura represiva institucional, que coarta la libertad de todxs, con la excusa de más seguridad. La verdadera inseguridad esta en la policía que mata a lxs pibxs en la calle.

Para nosotrxs la inseguridad está en la desigualdad, en la carencia y nulidad de oportunidades, en la matriz redistributiva neoliberal que aún rige los parámetros de este modelo; que profundiza la brecha entre pobres y ricos.
También es momento de derogar la Ley Antiterrorista o “Ley Bush”, proyecto que fue firmado por diputados del GEN, la UCR, la Coalición Cívica, el PRO, el Peronismo Federal y el Partido Socialista, aconsejado por el “Paladín de los DDHH” B
altasar Garzón, quien a pesar de su discurso, guarda en sus pagos europeos un denso prontuario represivo.
Entre los 19 delitos que se consideran “terroristas”, se encuentran a saber, el corte de calles o rutas, el atentado y resistencia a la autoridad (que típicamente se aplican a manifestantes callejeros, organizados o no), y también se prevé el “pr
emio al delator”, con sensibles rebajas de pena para quienes denuncien a sus compañerxs.
En medio de esta avanzada represiva, lxs que denunciamos y luchamos contra las injusticias en busca de un mundo mejor, debemos profundizar el reclamo por la liberación de lxs presxs políticxs y el desprocesamiento de lxs miles de compañerxs a lxs que se les han abierto causas.
Rechazamos la baja de edad de imputabilidad que pregonan personajes nefastos, como Scioli y Casal, acompañado por el coro de la derecha reaccionaria, con personeros como De Narváez. Ningún pibe nace chorro. Ningún pibe nace con un arma en la mano. Ningún pibe nace alcoholizado o drogado. No se puede concebir que se gaste más presupuesto en equipar a la bonaerense o las policías comunales, que en garantizar y promover las Leyes 13.298 y 13.634, que acuerdan el Sistema de Promoción y Protección d
e Derechos a la Niñez y la Adolescencia.
Las responsabilidades no sólo son gubernamentales. Comunicadores, desinformadores, multimedios corporativos al servicio de las clases dominantes -como quedó evidenciado en el respaldo explicito al lock out agro patronal-. Periodistas que se dicen independientes y de primera línea, pero son los primeros que criminalizan a la juventud, la pobreza y la protesta social. El diario La Vanguardia, por ejemplo, publicó en tapa en las ediciones del 12/13 de Junio y 21 de Septiembre de 2010, dos informes donde dan cuenta de, lo que para ellos, constituye la radiografía de la sociedad balcarceña. En los mismos se da cuenta de que la juventud esta cada vez más violenta, que aumentó el co
nsumo de alcohol y drogas en esta capa social, entre otras tantas afirmaciones incoherentes. Lo que en realidad se esconde detrás de esta máscara desinformativa, está íntimamente vinculado a apuntar y estigmatizar a lxs pibxs pobres, esxs mismxs que para ellos y el discurso dominante que proclaman, son blanco fácil para ingresar a la delincuencia y el consumo de drogas.
Esto se corresponde con una cadena de obediencia debida. Al tiempo en que estos desinformadores instalan la idea de una sociedad (y particularmente juventud) pobre y más violenta; concejales desfilan por estudios de radio y opinan en páginas de diarios, de medios acordes a estas posturas.
Con la intención de potenciar la idea de una “inseguridad atro
z e imparable”, desde estas empresas mediáticas, se proponen medidas de carácter represivas como la implementación de Gendarmería Nacional en las calles (política expuesta por concejales de Unión Pro), o la estigmatización de las barriadas populares.
No olvidemos cuando el concejal de la UCR Esteban Reino, afirmaba que los barrios que se comprenden en Zona Integración y Pueblo Nuevo estaban sufriendo un proceso de conurbanización. Le hacemos notar, por si no lo sabe, que estos barrios están habitados por trabajadorxs, estudiantes y una considerable cantidad de niñxs, jóvenes, y desocupadxs.
En época de votos, todo es válido. Hasta sectores que se dicen progresistas y democráticos o nacionales y populares, no han pronunciado palabra alguna con respecto a la violencia policial e institucional, que es moneda corriente, o particularmente al c
aso de gatillo fácil, que diera fin a la vida de Federico Taja. En las fotos, todxs sonríen. En la denuncia, nadie habla.
Todo esto se corresponde a un sistema perverso, que aún en la decadencia de sus franquicias tiene como iniciativa la represión a la movilización social; la estigmatización a la juventud, a la pobreza y a la protesta social. Lo demuestran los desalojos violentos en España, Italia, Inglaterra, Grecia, y las medidas de corte neoliberal implementadas.
Pero también lo demuestra la desaparición en vida de Luciano Nahuel Arruga, desaparecido el 31 de enero de 2009 en manos de la maldita policía de Lomas del Mirador. Detenido
Por lo tanto, la desaparición forzada de Jorge Julio Lóp
ez, de Luciano Nahuel Arruga (desaparecido el 31 de enero de 2009 en manos de la maldita policía de Lomas del Mirador. Detenido y perseguido por la “fuerza de seguridad”, por haberse negado a robar para la misma), de mujeres y niñxs secuestradas por las redes de trata, y los casos de gatillo fácil, están intrínsecamente vinculado a un sistema que beneficia a unxs pocxs. Que castiga a lxs pobres, que persigue a lxs luchadorxs populares (más de 3000 están procesados), que mantiene elementos represivos en sus instituciones y que actúa como en los tiempos más nefastos de nuestra historia.

Por esto nos pronunciamos y exigimos:

- APARICIÓN CON VIDA YA DE JORGE JULIO LOPEZ, LUCIANO ARRUGA, MUJERES Y NIÑXS EN MANOS DE REDES DE TRATA.
- EFECTIVIZACIÓN DE LOS PROCESOS JUDICIALES A REPRESORES, PARTÍCIPES Y CÓMPLICES DE LA ÚLTIMA DICTADURA CÍVICO MILITAR. CÁRCEL COMÚN, PERPETUA Y EFECTIVA PARA LOS GENOCIDAS.
- BASTA DE REPRESIÓN, GATILLO FÁCIL, JUDICIALI
ZACIÓN DE LA PROTESTA SOCIAL, Y ESTIGMATIZACIÓN DE LA JUVENTUD Y LA POBREZA.
- LIBERTAD A LXS PRESXS POLÍTICXS. LIBERTAD A KARINA “LA GALLE” GERMANO. DESPROCESAMIENTO YA DE TODXS LXS LUCHADORES POPULARES.
- DEROGACIÓN DE LEY ANTITERRORISTA.

NO OLVIDAMOS, NO PERDONAMOS,
NO NOS RECONCILIAMOS CON EL PASADO.


COLECTIVO ESPACIO CULTURAL ALTERNATIVO.